Extracto ‘Los ejercicios materiales de Nòvoa’. Cimaise Arts Actuels. N° 214. Septiembre/Octubre 1991. París.
… Nòvoa es un celta de los dos lados del Atlántico porque vivió la primera parte de su vida en Uruguay. Y durante su juventud, este caballero de las llanuras estuvo entre el cielo y la tierra, en donde lo lejano toca la lejanía. Espacios nómadas en la inmensidad, lo ilimitado. Espacios ausentes, también : sin huellas humanas, ni objetos, ni cosas. Espacios de lo inalcanzable, así lo describe también otro uruguayo, Supervielle, en su poema:
No toquen el hombro
Del caballero que pasa
Se daria la vuelta
Y se haria la noche
Una noche sin estrellasLos dos lados del Atlántico, los dos mundos cuyo V Centenario del Encuentro, obra de Cristóbal Colón, se celebra en estos tiempos, Nòvoa los unió a su vez en una obra en la que trabaja desde hace un cuarto de siglo: ese Muro de dos partes, una en Montevideo y otra en A Coruna. Obra maestra del artista, y sin duda, una de las obras maestras del arte contemporaneo.
Un muro que no separa. Un muro que une, como la materialización de no se sabe que corriente telúrica, que pasaría de un continente al otro en vaivén. Símbolo también del destino mismo de Nòvoa, entre América y Europa.
«He convivido realmente con el muro», ha dicho Nòvoa a propósito de su gran obra de Montevideo, pero eso es también cierto, lo sé, del muro de La Coruna, con dimensiones más vastas y que aún no está terminado. Pero tales obras, deben tener un fin?…
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